El rico sabor del gravy con lo saludable del pavo harán de este platillo uno de tus favoritos.
Para barnizar:
Para el gravy:
Precalentar el horno a 180ºC.
Cortar la cebolla y las zanahorias en trozos grandes y colocarlas en un refractario para horno donde apenas quepa la pechuga. Repartir las hojas de laurel y cubrir con la taza de vino blanco.
En un sartén pequeño, derretir la mantequilla. Agregar la sal, azúcar, pimienta, orégano y tomillo. Mezclar bien y barnizar toda la pechuga, por arriba y por abajo, con esta mezcla. Colocar sobre la cama de vegetales en el refractario y hornear de 50 a 70 minutos, hasta que la pechuga se sienta firme al tacto y al insertar un palillo no salga nada de jugo. El tiempo dependerá del tamaño de la pechuga.
Para hacer el gravy: Sacar la pechuga del horno y transferirla a una tabla. Dejar de lado cubierta ligeramente.
En un sartén amplio, calentar el consomé de pollo hasta que esté a punto de hervir. Chorrearlo sobre la cama de vegetales en el refractario de la pechuga, para derretir y juntar toda la grasa que haya quedado en el molde. Mezclar ligeramente con una cuchara y regresar solo el líquido al sartén. Descartar las cebollas y zanahorias.
Traer a ebullición muy ligera, y agregar la cda de mantequilla y la de harina. Inmediatamente mezclar energéticamente con un globo para integrar la salsa. Dejar hervir a fuego muy bajo por 5 minutos. Agregar el vino tinto y el vinagre, salpimentar al gusto, retirar del fuego y colar para evitar que queden grumos.
Sirva la pechuga rebanada con el gravy encima acompañada de una guarnición de vegetales mixtos.